«El paseo marítimo proyectado para Cala Gració nada tiene que ver con el que se hizo recientemente en Sant Antoni». Carlos Jover, ingeniero jefe de la Dirección General de Costas encargado del proyecto de paseo que transcurre entre la villa de Portmany y Cala Gració, hizo esta advertencia al centenar de vecinos que ayer por la tarde acudió al Auditorium de Sant Antoni para conocer más detalladamente esa obra.
Para solventar las dudas de los vecinos estuvieron presentes en esa charla, además de Jover, Antoni Marí Tur, alcalde de la localidad, y Ramiro Audín, arquitecto de la empresa Taller de Ingeniería Ambiental, que se ha encargado de redactar el proyecto. Jover, aún siendo funcionario de Costas, quiso desmarcarse de la actuación realizada por ese organismo en el paseo marítimo de Sant Antoni para que los vecinos y políticos no teman una intervención tan «dura», en el aspecto visual y de acabado, como la de ese tramo de litoral.
Entre las virtudes del paseo, de 2'5 kilómetros de longitud y 586 millones de presupuesto, Jover destacó que en una parte se emplea un pavimento de madera similar al utilizado en Formentera para la recuperación dunar: «Es un proyecto respetuoso con el medio ambiente», recalcó el ingeniero, que como ejemplo señaló que en algunos tramos la pasarela se instala encima de la piedra para no dañarla. En la zona más urbana, la más cercana a la ciudad, el pavimento será de caliza rosada. La vegetación será, en todo momento, autóctona.
El barrio que más notará la intervención será el de Caló des Moro, donde en la zona de baño será demolida la actual estructura de hormigón, que será suplida por plataformas de madera a modo de solárium.