Los diseñadores de moda que trabajan en Eivissa consideran que el sector está aquejado de importantes problemas y que sufre graves carencias que serán muy difíciles de solucionar durante los próximos años. Así al menos se manifestaron algunos creadores consultados ayer por este periódico y que opinaron que el objetivo del Govern de potenciar esta industria para diversificar la economía no deja de ser positivo, aunque tal vez un tanto utópico. Alguno de ellos manifestó, incluso, que ha dejado de acudir a las reuniones sectoriales aburrido de contar cuáles son los problemas, proponer soluciones y ver cómo éstas quedan siempre en agua de borrajas.
La falta de personal cualificado es una realidad en la que todos coinciden. Mari Luz Serra, de la firma Diseño y Moda, explicó que en las Pitiüses «no hay gente acostumbrada a hacer costura bien hecha» y que para cuando se ha enseñado a alguien los rudimentos del oficio, se va a trabajar a la hostelería porque le resulta más rentable. Esta creadora es de la opinión de que la formación podría dar resultado si se orienta bien y, por ello, propone que no se plantee simplemente hacer un cursillo abierto a cualquiera, sino que se dé prioridad a la gente que ya tiene experiencia o que demuestre su verdadero interés por introducirse en el sector de la moda.
De opinión parecida es Catalina Bonet, una diseñadora que reconoce que es difícil encontrar personal «si se necesita en un momento determinado, como por ejemplo para hacer frente a un pedido importante».