La goleta Santa Eulália, que será buque insignia de la Ciudad Condal en cuanto a la promoción de la conservación del patrimonio marítimo se refiere, fue el marco utilizado ayer en Barcelona para la presentación de la Ruta de Sal, regata de altura mediterránea que cuenta con el mayor nivel de participación de España. Este barco, que vivió la aventura de la navegación a finales del siglo pasado, desempeñará una labor más altruista pero recorrerá, igualmente, el Mediterráneo con el objetivo de sensibilizar sobre la enorme riqueza patrimonial que la actividad náutica ha legado a la humanidad.
La restauración de este barco, cuyo origen se remonta al siglo pasado y que estaba destinado al tráfico comercial náutico entre Barcelona y ses Illes Baleares, ha costado unos 300 millones de pesetas y la ha llevado a cabo el equipo técnico del propio Museu Maritim de Barcelona, según explicó la directora técnica del mismo, Elvira Mata. Dentro de la labor que la institución desarrolla por la recuperación del patrimonio náutico catalán, el Museo Marítim también se dedica a la restitución del flotante de tiempos pasados.
El coste de restauración ha contado con ayuda europea a través del programa Cultura II. Y es por esto que el barco participará en iniciativas nacionales y europeas encaminadas a promocionar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de conservar y cuidar el patrimonio histórico que ha legado la aventura de la navegación.