Después de una madrugada fría y muy musical en la que en un principio amenazó la lluvia, el día grande de las fiestas de Sant Francesc Xavier amaneció soleado, lo que permitió que todos los actos programados se desarrollasen sin ningún tipo de alteración.
Además del concurso de ví pagès en el que decenas de personas ejercieron de jueces de los siete caldos participantes, en los que hubo una reñida votación popular para dar con el ganador, la jornada estuvo repleta de actos de carácter tradicional.
A media mañana la misa solemne, presidida por el obispo Agustín Cortés, reunió a numerosos vecinos y personalidades entre las que se encontraba el alcalde de Formentera, Isidor Torres, Vicent Tur y Santiago Ferrer, vicepresidente y vicepresidente segundo del Consell respectivamente, y la consellera de Cultura, Fanny Tur, quienes también participaron en la procesión que recorrió los alrededores del templo una vez concluido el acto religioso.
El ball pagès, las orelletes y el vino de la tierra tampoco faltaron en los actos populares y tradicionales de la mañana, que dieron paso a actividades más desenfadadas por la tarde-noche. Cucañas infantiles, tirada de gallos y una 'torrada' multitudinaria concentraron en la plaza de la localidad a cientos de personas que asaron en varios braseros el contenido de las bolsas preparadas por la comisión de fiestas para la ocasión, que por el módico precio de 200 pesetas incluían diferentes tipos de carnes y embutidos para asar.