Un colectivo de 250 personas se concentró ayer por la tarde en Vara de Rey para protestar contra la reforma de la Ley de Extranjería el día de su entrada en vigor.Con una menor presencia de inmigrantes de la esperada, «por miedo», matizaron los colectivos presentes, buena parte del protagonismo recayó en los miembros de las organizaciones progresistas que secundaron el acto.
Los organizadores leyeron un manifiesto en el que aseguraron que el PP «aprovechando su mayoría absoluta ha desvirtuado el espíritu progresista inicial de la Ley de Extranjería que se ha perdido con la reforma». La ley actual es, a juicio de los manifestantes, «discriminatoria, represiva y xenófoba», ya que aseguran que «priva de derechos a los inmigrantes y los excluye de la sociedad», tachándolos de «delicuentes» y «usurpadores» de puestos de trabajo. El hecho de que el Gobierno haya utilizado palabras como avalancha, invasión o problema a la hora de hablar de inmigración «ha provocado una alarma social innecesaria», aseguraron los manifestantes.
Por su parte, Carmen Duarte, responsable del Centro de Información del Trabajador Extranjero (CITE), afirmó que con este tipo de actos no están pidiendo que se suprima la ley sino que «no se utilice su contenido como una amenazada al inmigrante, algo que está sucediendo». Duarte aseguró que de los 600 expedientes de solicitud de regularización que se abrieron en Eivissa han sido aprobados el 75 por ciento, aproximadamente. «Los trámites están aun abiertos, por lo que no tiene sentido hablar ya de expulsiones como se está haciendo cuando aun hay dos posibilidades de recurso ante un expediente denegado», advirtió Duarte.