El Ayuntamiento de Eivissa y la empresa concesionaria del transporte público del municipio, Voramar el Gaucho, llegaron ayer a un principio de acuerdo para lograr que, cuando acabe la presente legislatura, este servicio se haya multiplicado por tres, pasando de dos a seis líneas.
El primer teniente de alcalde, Pedro Campillo, y el concejal Roque López se entrevistaron ayer con los responsables de Voramar y les ofrecieron, en primer lugar, hacerse cargo de la línea de Dalt Vila, que tras salir a concurso público había quedado desierta. Voramar ha aceptado el encargo y se pondrá de forma inmediata a buscar un vehículo que cumpla las condiciones exigidas por el pliego de condiciones (entre otras cosas el autobús debe tener un tamaño determinado para que pueda pasar por las calles de Dalt Vila y tracción a las cuatro ruedas). El objetivo, según confirmaron los concejales, es que este servicio empiece a prestarse en el mes de mayo.
Cuando el Pacte Progressista llegó al gobierno del Ayuntamiento de Eivissa existían dos líneas de autobuses, la 31 y la 39. En estos momentos ya son tres, puesto que se añadió la 43. La de Dalt Vila sería la cuarta y, este mismo año, también para el mes de mayo, el Consistorio quiere tener en marcha la quinta línea, la que haría un rápido recorrido por aparcamientos disuasorios y sedes oficiales como Policía Local, Tráfico, instituto de Sa Colomina, Consell Insular, Dirección Insular, etc.
La sexta y última línea que el equipo de gobierno quiere crear esta legislatura quedaría pendiente para el próximo año y estaría dedicada a los barrios de la periferia como Cas Mut, Can Escandell y Can Cifre.