El conseller d'Interior del Govern de les Illes Balears, Josep Maria Costa, no acabó ayer de aclarar ante el Parlament si el Ejecutivo es partidario de que se haga o no la obra de acondicionamiento de la pista de rodadura del aeropuerto durante esta legislatura. Costa defendió que la reforma es necesaria por cuestiones de seguridad, pero también advirtió de que AENA debe ajustarse en todo momento a la legalidad y apuntó que sólo pueden realizarse aquellas mejoras que no supongan una ampliación de las actuales instalaciones.
Esta última afirmación dejó plenamente satisfecho al diputado de Els Verds Joan Buades, que era quien había planteado a Costa una pregunta de control para saber por qué Costa se había manifestado a primeros de mes totalmente a favor de que se realizara la obra y, además, de que esta se hiciera lo antes posible.
Costa explicó que el acondicionamiento de la pista para poder ser utilizada como pista de emergencia debe realizarse siempre y cuando no afecte a la actual delimitación del aeropuerto, porque en caso contrario será necesario esperar a la regulación que aparecerá en el Plan Territorial Parcial. Sería «peligroso», dijo Costa, transmitir a la ciudadanía el mensaje de que no pueden tomarse medidas de emergencia en la terminal exclusivamente «por razones medioambientales».
Buades cree que de las explicaciones del conseller se desprende que AENA sólo podrá ampliar el estacionamiento de aviones para albergar uno o dos aparatos más, pero esta conclusión no fue claramente corroborada por Costa, que dio una respuesta un tanto ambigua. «La pista de rodadura no afecta absolutamente a los límites que hay actualmente y únicamente otra cuestión, la del posible estacionamiento de aviones [la que sí afecta a dichos límites], pero el Govern no puede entrar a analizar esta cuestión y lo que en nombre del Govern hay que transmitir es que por cuestiones de seguridad hay que hacerlo. Hay una cuestión obvia: AENA tiene que cumplir la legalidad», dijo el conseller para zanjar el debate.