Formentera también se beneficiará del gasoducto que unirá Valencia con Balears: si bien la conducción sólo alcanzará Eivissa, el gas natural licuado será transportado hasta la menor de las Pitiüses en tres o cuatro camiones cisterna, según explicó ayer el director general de Energía, Joan Perchés. En el caso de Menorca, donde tampoco llegará el gasoducto, serán alrededor de doce los camiones que transportarán el gas natural.
Tal como informó ayer este periódico, el gasoducto entrará en Eivissa por Cala Gració (Sant Antoni), junto a la desaladora. Luego, las tuberías, de 40 centímetros de diámetro, se ramificarán por Sant Antoni y Eivissa, además de llegar a la central de Gesa, pero no alcanzará Formentera. Que Gesa emplee ese combustible para sus turbinas es, precisamente, uno de los motivos por los que se ha contemplado Eivissa como punto intermedio del gasoducto. De haberse tenido en cuenta únicamente el consumo interno -de viviendas y hoteles- que se producirá en Eivissa, el abastecimiento se habría hecho mediante camiones, como ocurrirá en Formentera y Menorca.
En estas dos últimas islas bastará anualmente con el contenido de las cisternas de cuatro y 12 camiones, respectivamente, para satisfacer la demanda de los hogares y de los establecimeitnos turísticos. El gas será depositado en unos pequeños tanques, desde los que se abastecerá a los clientes.
Según se prevé en el proyecto, la construcción se iniciará en enero de 2003. Un año después, en marzo de 2004, comenzará el suministro de gas. Tendrá un coste de 45.000 millones de pesetas y Enagas será la empresa promotora de esta obra y de las conducciones entre Eivissa y Mallorca. Ese precio es superior al de las conducciones de la península, debido a que se trata de un emisario submarino. También por esa razón,la rentabilidad económica será más reducida.