El pasado sábado seis glosadors de las Pitiüses participaron en la III Mostra Autonòmica de Glosats celebrada en Manacor (Mallorca) apoyados por la Conselleria de Cultura del Consell. Uno de los componentes del sexteto, Xicu Bufí, espera que encuentros como estos sirvan para impulsar un arte tradicional basado en la canción improvisada y rimada. «En Eivissa había un olvido total de la glosa, caída en desuso. Pero desde que se celebró la primera edición de la Mostra, la hemos ido recuperando», matiza.
Pero todavía queda para llegar al nivel con el que en Mallorca o Menorca mantienen esta tradición. Por ejemplo, en la segunda de las dos islas existe una escuela en Ciutadella enfocada especialmente para que los jóvenes recojan el testigo de los mayores. Aunque, como apunta Xicu Bufí, «la glosa tiene que nacer de uno mismo, si hay dentro de la persona algo especial es lo más fácil del mundo. Luego será el momento para perfeccionar la técnica, pero contando primero con el instinto glosador».
A la hora de improvisar en cada región se hace de una manera diferente. En las Pitiüses «rimamos el primer con el tercer verso y el segundo con el cuarto, mientras que en Mallorca sólo lo hacen con el primero y el cuarto». Después algunos glosadors llevan una improvisación preparada y otros piensan sobre la marcha las letras de sus composiciones. Esto es lo que le ha permitido viajar por la historia y amoldarse a los temas de cada época, porque la improvisación no tiene fecha y «se adapta siempre a los temas más actuales, como ocurrió el sábado en la Mostra con el asunto de las vacas locas, protagonistas de varias glosas». Hasta diciembre Eivissa no acogerá una concentración de glosadors. Será en Cas Serres.