La cancelación del programa de invierno de TUI ha caído como un jarro de agua fría entre los hoteleros que trabajaban con este mayorista. La noticia ha sido considerada como «malísima» para Eivissa, no sólo por lo que supone de pérdida de clientes sino por la imagen que se da en el exterior cuando uno de los grandes touroperadores decide dejar de trabajar con un destino turístico.
El director comercial de la cadena Sirenis Hotels, Abel Matutes Barceló, opinó ayer que con este paso Eivissa puede «ir olvidando el objetivo de la desestacionalización» y, aunque no es más que una opinión personal, Matutes se teme que se produzca un efecto en cadena y esta decisión tenga su réplica en el resto de los touroperadores. Este hotelero denunció que el fondo del problema está en que para el Govern balear «el turismo no es una prioridad» y en que, además, «los políticos de las Pitiüses no saben defender en Mallorca los intereses de Eivissa y Formentera». En su opinión, nuestros representantes «se llenan la boca con palabras como desestacionalización cuando la realidad es otra muy distinta».
Matutes Barceló criticó el escaso presupuesto que se dedica a promoción turística y consideró que, en este aspecto, el Govern «discrimina» claramente a las Pitiüses. «Existe un informe que nos dice claramente que estamos perdiendo el mercado familiar en Gran Bretaña y no conseguimos que se financie una campaña de promoción allí. Hemos tenido que ir a Turespaña para conseguir los fondos», añadió este empresario, que considera que Fomento del Turismo se ha convertido en una institución aislada que no recibe el apoyo de la administración. «No hay ninguna colaboración con Fomento, los ayuntamientos hacen folletos por su cuenta y ni siquiera saben cuál es el modelo alternativo del que tanto hablan. Nos vamos a hundir en la miseria», declaró Matutes Barceló, visiblemente descontento con la situación.