Los hoteleros de Sant Antoni tienen más razones que los del resto de las Pitiüses para pensar que la temporada turística no será demasiado buena. La caída en las reservas que ayer mismo confirmaba la Conselleria balear de Turisme se ha traducido en el hecho de que algunos de los establecimientos turísticos de esta zona todavía no han podido cerrar sus contratos para este mismo verano, según confirmó ayer el presidente de la Asociación de empresarios turísticos de Sant Antoni, Francisco Vallespir, que explicó que por primera vez en muchos años, hay al menos una bolsa de 800 plazas turísticas sin contratar.
Vallespir, que representa a los hoteleros del pueblo de Sant Antoni, reconoció que este año «huele a crisis» y aseguró que ya se están empezando a producir bajadas de precios y que es seguro que se va a recortar la temporada turística en su inicio y su final. Según el presidente de esta patronal, la caída de la ocupación turística en mayo y junio será, en esta zona, bastante superior al diez por ciento augurado por la Federación Empresarial Hotelera como media para toda la isla. También la Asociación hotelera de la bahía de Sant Antoni está preocupada por los resultados de la temporada 2001. Su presidente, Gabino Canales, cree que en estos momentos ya se puede hablar de un descenso tanto de ingleses como de alemanes superior al diez por ciento en comparación con las cifras del año pasado. Canales cree que, salvo los establecimientos que tienen contratos con garantías, los establecimientos de esta zona están en peores condiciones que el año pasado.