Dalt Vila comenzó ayer a tomar el aspecto que lucirá los próximos viernes, sábado y domingo con motivo del «II Certamen Eivissa Medieval». Ocho técnicos del Ayuntamiento apoyados por las tareas de agentes de las policías local y nacional comenzaron a dar forma a lo que en tres días será un mercadillo del medievo sobre el que girarán unas actividades cuyo pretexto siempre estará relacionado con aquella época. Los turistas tuvieron que esquivar en su paseo matutino a las carretillas, máquinas, escaleras, sacos de arena y cables que sirvieron como instrumentos de trabajo a los operarios.
Los vehículos que accedieron ayer a Dalt Vila transitaron por la plaza de sa Carrossa con más dificultades de lo normal. Un policía local advertía a los conductores de la presencia de los técnicos que comenzaron a instalar los puestos del mercado medieval. Las llamadas de atención se convertirán desde hoy a las 14 horas en prohibiciones. Y es que desde esa hora y hasta las doce de la noche del domingo estará prohibido el acceso y el aparcamiento de vehículos en Dalt Vila. Los residentes y los comerciantes tendrán zonas reservadas para el estacionamiento en la zona de Cayetano Soler, en el parque Reina Sofía y en el aparcamiento de es Soto.
Los técnicos elaboraron las estructuras de los puestos con palos de madera sujetos por sacos de arena, sobre las que dispusieron las lonas de color beige que servirán para dar sombra a los vendedores. Entre esta tarde y mañana se concluirá la instalación de los puestos para que estén listos cuando lleguen los artesanos y comerciantes de la península para instalar su mercancía.
Las tareas de jardinería también comenzaron ayer. Cuatro jardineros arreglaban el entorno de la plaza de sa Carrossa con el fin de que el viernes luzca la mejor de sus caras ante el estreno de un segundo certamen medieval que ha desplegado un operativo humano compuesto por 60 personas. La previsión es que todo esté listo para que el viernes el mercado medieval se vista de largo.