La huelga de transporte de autobuses, que afecta a 450 trabajadores del sector discrecional y 100 de autotaxi de las Pitiüses, promete caldear el ambiente durante los tres días previstos para el paro (29 y 30 de junio y 1 de julio).
Antoni Cifre y Mariano Izquierdo representantes de la federación de transporte de CC OO (que cuenta con el 82 por ciento del peso en el comité de empresa) vertieron ayer en Eivissa duras acusaciones contra la patronal del sector del transporte: «un grupo de amigos irresponsables», según Mariano Izquierdo. El representante sindical no dudó al asegurar que las dos empresas con más peso en el sector -Tragsa y Ultramar- han dado marcha atrás al principio de acuerdo alcanzado al inicio del mes de junio «para forzar la huelga y desviar el turismo de Balears a otros lugares turísticos», siguiendo los dictados de los touroperadores con los que se relacionan.
Por si esta acusación no fuese suficiente los representantes de CC OO lanzaron otra, esta vez marcada por intereses políticos. Según Mariano Izquierdo las empresas de transportes «están intentando forzar al Pacte en el Govern para que establezca servicios mínimos cuando no es legal dictarlos en este caso». Si la presión consigue que establezcan estos trayectos los trabajadores han acordado obviarlos por completo. Además de esta medida se ha acordado no abrir la negociación con los empresarios durante los días de huelga, por lo que «la situación rozará el caos». Los representantes sindicales se reunieron ayer en asamblea con los trabajadores afectados de Eivissa para acordar las movilizaciones.