Quien recorra el tramo de la carretera de Sant Antoni comprendido entre sa Coma y Sant Rafel a más de 50 kilómetros por hora lo va a pagar caro. Entre las medidas adoptadas por la Delegación del Gobierno y el Govern balear para reducir la siniestralidad en el tramo de las discotecas figura la instalación, por parte de la Guardia Civil, de un radar permanente. El titular d'Obres Públiques, Josep Antoni Ferrer, anunció ayer esta medida, con la que se pretende presionar a los conductores para que reduzcan su velocidad.
Ferrer aprovechó la ocasión para felicitar a la discoteca Amnesia por acometer las obras a las que se comprometió (iluminación de los aledaños y mejora de las entradas y del aparcamiento) para aportar su grano de arena a la mejora de ese tramo. Asimismo, reprochó a los responsables de Privilege que «no hayan asumido aún su parte de responsabilidad en el acondicionamiento» del sector que les corresponde.
Respecto a la rotonda de Sant Rafel, ideada para reducir la peligrosidad de esa carretera, Ferrer anunció que se está llevando a cabo una modificación del proyecto inicial para que no afecte a un pozo declarado Bien Catalogado por la Comisión de Patrimonio.