Dos empleadas del centro Galeno en la Avenida Doctor Fleming precintado anteayer por la Conselleria de Sanitat han pasado más de 24 horas encerradas en el recinto, ya que sostienen que al realizar la intervención estaban dentro.
Mientras que las afectadas afirman que «nadie viene a abrirnos la puerta», ya que si lo hacen ellas infringirían la decisión institucional, el director de Sanitat del Govern, Josep Pomar, aseguraba ayer que «en cualquier momento pueden volver los inspectores de Sanitat, retirar el precinto, dejar que saliesen o recoger material y volver a poner la cinta» Añadió, además, que «se le ha ofrecido al doctor Basile Safar, dueño de Galeno, esta posibilidad y si no se hace es porque tiene algún interés».
Hala Samaan, mujer de Basile Safar, una de las encerradas desde anteayer, mantiene «que en el acta del precinto se ponía que había trabajadores dentro del centro». Galeno ha informado de su situación al Ministerio de Sanidad y a la adjunta al Defensor del Pueblo, María Luisa Cava de Llano. «Necesitamos ayuda urgente», dijo. Samaan aseguraba que «no está dispuesta a salir si no lo comunican por escrito». Advirtió, además, de que avisarán a la Guardia Civil y a la Policía Local «para que sean testigos de que la cinta se retira y se pueda salir».
Ante esta situación, Pomar dijo que Galeno «está entorpeciendo y complicando su propia situación». Galeno ha presentado un recurso contra la orden del cierre, que se estudia por los servicios jurídicos de Sanitat. «No entiendo cómo este señor no intenta legalizar su situación, porque el único perjudicado va a ser él. Se está optando por una situación extraña», dijo Pomar. «Sanitat ha cerrado establecimientos y el comportamiento nunca ha sido éste, sino tratan de normalizar su situación», apostilló.