El alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, se mostró ayer dispuesto a tomar todas aquellas decisiones que sean necesarias para mejorar el orden público y la limpieza del municipio, los problemas de los que más se quejan los ciudadanos y contra los que se han unido recientemente una serie de asociaciones y colectivos. Marí Tur anunció que se reunirá con todos ellos el próximo martes y que, como primera medida, les propondrá la creación de una mesa de participación ciudadana en la que se puedan debatir y consensuar las medidas a tomar.
Marí Tur hizo una oferta de diálogo a los grupos de la oposición, a los que planteará la necesidad de modificar las ordenanzas municipales, especialmente para que paguen más impuestos aquellos que más ensucian. En concreto, el primer edil se refirió a que los bares de zonas como el West End, ses Variades o el paseo marítimo tendrán que sufragar los problemas de suciedad que provocan.
Pero, además, Marí Tur, habló de la necesidad de llegar a un entendimiento con otras instituciones. El Consell Insular, a través de la Conselleria de Turisme, debería controlar los alojamientos que utilizan los inmigrantes ilegales, opinó, aunque reconoció que la relación entre la primera institución pitiusa y los consistorios «no es la deseable».
Además de intentar superar las diferencias con esta institución, el alcalde de Sant Antoni anunció que apelará al Govern balear, y concretamente al conseller Josep Maria Costa, para que se hagan leyes que regulen de manera más estricta los horarios de las discotecas o la calificación de determinados negocios. Finalmente, Marí Tur espera poder entrevistarse con el ministro de Interior, Mariano Rajoy, para plantearle la necesidad de que el municipio cuente con más agentes de seguridad para poder hacer frente a los múltiples problemas que sufre en verano.