Los costes actuales de los vuelos interinsulares de Balears triplican a los de Canarias, si se tiene en cuenta la relación entre el precio y la distancia. El trayecto más largo que se puede realizar en Canarias, entre la Palma y Lanzarote (425 kilómetros) tiene un precio de 14.125 pesetas (ida y regreso para residentes), más 430 pesetas de tasas. Ese precio es similar al de cualquiera de las tarifas interinsulares en Balears. Un Palma-Maò y un Palma-Eivissa (ambos trayectos tienen el mismo precio de ida y regreso para residentes) cuestan 14.030 ó 14.320 pesetas (Spanair e Iberia, respectivamente). Si el vuelo lo efectúa Air Europa, el coste es de 12.470 pesetas.
Así, según la compañía, el vuelo Palma-Eivissa (140 kilómetros) tiene un coste que oscila entre las 91 y 103 pesetas por kilómetro, según la compañía operadora, mientras que el de Palma-Lanzarote queda en 34'5 pesetas por kilómetro (siempre teniendo en cuenta la distancia existente, y no lo relacionado con la ida y el regreso). De hecho, pocos vuelos interinsulares canarios superan las 10.000 pesetas, tan sólo el Tenerife-Lanzarote, la Palma-Las Palmas, la Palma-Lanzarote y Hierro-Las Palmas. Todos ellos superan la distancia de 200 kilómetros y, en el caso ya mencionado de Palma-Lanzarote, se superan los 400, ya que une los extremos del archipiélago.
Todos los vuelos interinsulares de Balears superan las 10.000 pesetas, cuando las distancias no son mayores de los 150 kilómetros. A todo ello se añade el hecho de que no hay conexiones directas entre Menorca y Eivissa, y que para ir de una a otra isla «menor», hay que pasar por Palma, con el sobrecoste y la pérdida de tiempo. La distancia entre Menorca y Eivissa no supera los 300 kilómetros. En Canarias, hay conexiones entre islas «menores» sin necesidad de pasar o de hacer escalas con las dos islas «mayores», Tenerife y Gran Canaria. Incluso, hay un vuelo entre Lanzarote y Fuerteventura, con una distancia inferior a 100 kilómetros, y sólo cuesta 4.125 pesetas, más 430 pesetas de tasas. El Govern ha vuelto a criticar al Gobierno central por no conceder la condición de «servicio público» a los vuelos interinsulares y con la península en Balears.