El Consell ha remitido un escrito al Ayuntamiento de Sant Josep en el que exige que conceda urgentemente la licencia para demoler el Trancedance, la estructura de hierro y hormigón enclavada en plena Reserva Natural cuyo derribo es reclamado por los ecologistas desde hace una década. La institución insular ya solicitó ese permiso hace siete meses, sin que desde entonces haya recibido respuesta del Consistorio.
El documento -enviado hace dos semanas por el Consell- contiene «términos muy duros» -según explicó un portavoz-, en consonancia con el enfado existente en la institución con el equipo de Gobierno de Sant Josep por las trabas que, según alegan, pone.
La licencia de demolición es imprescindible para que las excavadoras derruyan esa estructura. El Consell ya cuenta con el permiso del juez para entrar en la finca, así como con los informes favorables de la Conselleria de Medi Ambient y de Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, organismo que, teóricamente, gestiona la Reserva Natural. Precisamente, el Ayuntamiento también pidió ese informe a Parques Nacionales y aún no lo ha recibido, motivo por el cual aún no ha respondido a la institución dirigida por Pilar Costa, según recalcó un portavoz del Consistorio. Éste -aseguró esa fuente- no pone objeciones a que se derribe el Trancedance.
Desde la institución insular se insistió en que tanto el informe favorable de Medi Ambient como el de Parques Nacionales «no eran preceptivos», aunque se pidieron «por cortesía». El Trancedance era un proyecto de discoteca en pleno ses Salines cuyas obras fueron iniciadas sin licencia municipal. Su derribo, de llevarse a cabo, será el primero de una construcción ilegal que se ejecute en la isla, todo un símbolo para los ecologistas y los partidos de izquierdas.