El Govern de les Illes Balears anunció ayer a través de su portavoz, el conseller de Presidència, Antoni Garcías, que desde este momento se abren los trámites y negociaciones necesarias para llevar a cabo la compra de fincas rústicas en Eivissa y Formentera, así como en Menorca. El Ejecutivo autonómico no se ha fijado de momento ninguna cantidad límite para esta inversión ni un número de metros cuadrados aproximados a adquirir, pero sí ha establecido que no pagará más de cien pesetas por metro cuadrado. En las próximas semanas se convocarán los concursos y procedimientos oportunos para llevar a cabo esta compra de terrenos, que deben tener interés ecológico.
El Govern destaca el hecho de que en Mallorca ya existen 6.400 hectáreas de titularidad autonómica que se han ido consiguiendo por compra o transferencia. En Menorca hay 60 y en Formentera las 146 de Can Marroig, pero en Eivissa no hay un sólo metro cuadrado destinado a uso público por parte del Govern balear. Por ello, el objetivo del Ejecutivo que preside el socialista Francesc Antich es dedicar la inversión a las Pitiüses y Menorca.
Hace unos días, el vicepresidente primero del Consell Insular, Vicent Tur, y el conseller del grupo mixto, Joan Buades, anunciaron que el Govern daría a conocer en breve una serie de inversiones en las Pitiüses. Probablemente, esta es una de ellas, y viene a compensar el sobreesfuerzo económico que el Consell hará en materia de bienestar social y que dejará un poco peor dotada a la Conselleria de Medi Ambient. La compra de terrenos para dedicarlos a la gestión medioambiental ha sido reivindicada recientemente por grupos ecologistas como el GEN.