El reglamento que regula la ecotasa no especifica que los fondos recaudados en cada isla tengan que revertir en ese mismo territorio, una hipótesis que se barajó durante algún tiempo y que, finalmente, no ha sido incluida en el texto que ha sacado a exposición pública la Conselleria d'Hisenda.
Esto significa que el dinero que dejen los turistas en los establecimientos turísticos de Eivissa y Formentera no tiene por qué traducirse posteriormente en inversiones de exactamente la misma cuantía, sino que éstas podrán ser superiores o inferiores a dicha cantidad.
El conseller de Turisme del Consell d'Eivissa i Formentera, Josep Marí Ribas, defendió ayer este sistema porque, en su opinión, de esta manera las inversiones no quedan estrictamente condicionadas a la recaudación. «Podría darse el caso de que un año hubiera que invertir más en una isla y otro año en otra y ese sistema hubiera limitado demasiado las decisiones», comentó el conseller. Según Marí Ribas, es importante que exista flexibilidad para priorizar los proyectos sin tener que estar pendiente de si una isla que necesita una actuación concreta ha alcanzado la recaudación necesaria para poder ejecutarla. De esta manera, además, también se evita que si una isla tiene un año flojo turísticamente, el siguiente apenas puedan realizarse inversiones en ella.
En cualquier caso, lo que al conseller le pareció importante resaltar es que el Consell Insular podrá participar en la toma de decisiones y opinar sobre cuáles deben ser las prioridades para las Pitiüses.