La Conselleria balear de Medi Ambient ha adquirido una estación móvil de medida de calidad de aire con la que controlará la contaminación atmosférica en las zonas de Balears que no disponen de un dispositivo fijo de ese tipo. Según explicó una portavoz del departamento que dirige Margalida Rosselló, de esa máquina se beneficiarán, esencialmente, Menorca, Eivissa y Formentera.
El aparato ha costado 210.354 euros (35 millones de pesetas), fue adjudicado a comienzos del verano a la empresa Ingenieros Asesores y comenzará a funcionar en las próximas semanas.
El medidor controlará las emisiones de gases contaminantes procedentes de la combustión, como, por ejemplo, las que emanan de la central de Gesa. Detectará emisiones de óxido de nitrógeno, óxido de azufre, partículas en suspensión, monóxido de carbono, ozono e hidrocarburos. Al mismo tiempo servirá de estación meteorológica para medir la temperatura, velocidad y dirección del viento, pluviometría, radiación solar, humedad y presión atmosférica. Una estación de similares características está ubicada, de forma fija, en la Torre de Llevant del Castell de Bellver.
No advertirá, sin embargo, de la presencia en la atmósfera de gases como el sulfhídrico o el amoniaco, que desprenden algunas depuradoras de las Pitiüses y causan severas molestias a los vecinos.