El presidente de la Autoritat Portuària de Balears, Francesc Triay, aseguró ayer que tienen «muy claro» que el alrededor de un millón de pasajeros que transitan por la Savina no disponen de unas instalaciones «proporcionadas y adecuadas a sus necesidades». Por eso anunció que en 2003, año en que caduca la concesión actual, «habrá que construir una nueva estación marítima más grande, con más y mejores servicios de los que proporciona la actual». En este sentido, Triay afirmó que todos los miembros del Consell de Navegació i Port de la Savina acogieron de forma unánime esta propuesta y que a partir de este momento se elaborará un informe técnico.
En el transcurso de la reunión, en la que estuvieron presentes representantes del Govern de les Illes Balears, del Consell Insular, del Ayuntamiento de Formentera, CAEB, Pimef, Cámara de Comercio, Cofradía de Pescadores, Patronat Municipal de Turisme, las navieras que operan en el puerto de Formentera, sindicatos, asociación de taxistas y representantes de los clubs náuticos que están dentro de la Savina, Francesc Triay avanzó que según los datos que obran en poder la Autoritat Portuària «se ha constatado una significativa evolución de las magnitudes del transporte comercial», y señaló que en entre enero y octubre del presente año, en comparación con el mismo período de 2000 «se ha detectado un aumento del 68% en el tráfico de mercancías». Estas cifras «se ajustan más a la realidad debido a los nuevos sistemas de control y declaración de mercancías que se llevan a cabo y que de alguna manera hasta ahora se alejaban en demasía de la realidad».
De las 67.373 toneladas de mercancías teóricamente transportadas entre las islas en los diez primeros meses de 2000 se ha pasado a una certificación de 112.943 toneladas, «lo cual demuestra -dijo Triay- que el control acerca los datos a la realidad, lo cual supone a su vez que existía un gran número de mercancías que no estaban ni controladas ni fiscalizadas».