La directiva de Els Verds de Eivissa celebró ayer con la consellera de Medi Ambient del Govern, Margalida Rosselló, la aprobación anteayer en el Parlament de la Ley de Protección Ambiental de ses Salines y destacó algunas de las principales aportaciones del texto, como la importante reducción de suelo urbano.
Según el diputado ecologista Joan Buades, la aplicación de esta ley supone en la práctica que toda su superficie quede calificada como suelo rústico «salvo en el caso de suelos urbanos que puedan acreditarlo». Y eso, en la práctica, añadió Buades, tendrá importantes repercusiones que se dejarán notar próximamente. En Formentera, explicó, al haber quedado Punta Prima dentro de la zona periférica de protección sólo se permitirá el crecimiento en plazas turísticas si éstas están dedicadas al agroturismo. Un proyecto distinto deberá recibir previamente el visto bueno de los órganos de gestión del nuevo parque natural.
Y en el caso del puerto de la Savina, otro de los temas que centró la polémica mientras se discutió la ley, ésta no impide que pueda llegar a ampliarse, tampoco que se abra la doble vía, pero sí que establece una serie de condicionantes que implican que cualquier proyecto tendrá que ser sometido a estudios de impacto ambiental. «No se podrá hacer cualquier cosa», señaló Buades.
Por su parte, la consellera Rosselló afirmó que a este parque le tocará el próximo año una parte del presupuesto de 1.000 millones que Medi Ambient tendrá disponible para parques naturales. Pero no sólo eso, porque los residentes en la zona podrán beneficiarse de las ayudas que el Govern ha creado para favorecer a los habitantes de las zonas protegidas. El próximo 9 de enero se cierra el plazo de presentación de alegaciones al Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de ses Salines y después vendrá su aprobación definitiva, el nombramiento de un director y el resto de personal.