El Govern acudirá hoy a Madrid para cerrar las competencias sanitarias con escasas posibilidades de conseguir los 27.000 millones de inversiones que reclama el gabinete balear. Aunque el Govern no consiga la partida extraordinaria para culminar las reformas de Son Dureta y del hospital de Maó, entre otras inversiones pendientes, la representación balear aceptará la propuesta del Gobierno central ante la amenaza de perder casi 20.000 millones anuales correspondientes al nuevo sistema de financiación.
La firme posición del Ministerio de Hacienda, que no acepta incrementar la dotación de 102.000 millones pactada desde hace varios días, hicieron innecesario un encuentro entre el president del Govern, Francesc Antich, con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Antich había anunciado su intención de negociar con Montoro una mejora de financiación, pero las posibilidades de éxito del president eran escasas y decidió no viajar a Madrid. «La postura de Hacienda está muy estancada y no tenía sentido que el presidente acudiese a Madrid a negociar», reconoció un portavoz del Ejecutivo. Sin embargo, el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida, aprovechó todo el día 24 para mantener contactos con altos cargos del departamento que dirige Montoro para intentar desbloquear la propuesta de Madrid.
El Govern espera que en la reunión de hoy, que se celebra en el Ministerio de Administraciones Públicas a partir de las 13.30 horas, sea la última oportunidad para conseguir «algo más» y que el Ministerio de Hacienda acepte ampliar la oferta de 102.000 millones. A la reunión para culminar el proceso de negociación de las transferencias sanitarias acudirán el conseller d'Hisenda, Joan Mesquida; la consellera de Sanitat, Aina Salom, y el titular de Presidència, Antoni Garcías. Precisamente, el president del Govern, Francesc Antich, reunió anteayer en el Consolat de Mar a los tres consellers que viajarán hoy a Madrid para analizar el proceso de negociación de las competencias.
Los cuatro integrantes del Ejecutivo balear llegaron a la conclusión de que la posición del Ministerio de Hacienda está estancada y que difícilmente se conseguirían los 27.000 millones de inversión aunque el president viajase en el último momento a Madrid. Ante esta tesitura, las opciones del Govern son reducidas y la amenaza de perder 20.000 millones anuales del sistema de financiación son demasiado grandes para no aceptar las competencias de Sanidad.
De hecho, el propio Ejecutivo balear ya reconocía el viernes, después del Consell de Govern, que no tenía ninguna posibilidad de rechazar las competencias sanitarias. No fue, por lo tanto, ningún rumor insistente de Madrid el que hacía anticipar a este periódico un principio de acuerdo para gestionar la Sanidad a partir de enero. «No podemos perder 20.000 millones durante los próximos cuatro años si Madrid no acepta darnos los 27.000 millones de inversiones; no tenemos más opciones que aceptar las competencias», reconocía Garcías al concluir el Consell de Govern. Además, el Ejecutivo ya había aceptado el documento presentado por el Ministerio de Administraciones Públicas para asumir la nueva competencia, cuya gestión administrativa será compartida durante seis meses.