"Por empezar por lo más inmediato, Raixa quedará finalmente
en manos públicas.
"El asunto se ha llevado con
discreción y se ha hecho bien. La colaboración con el Consell de
Mallorca ha sido magnífica y el objetivo, recuperar este
patrimonio, se ha cumplido. Creo que hay una gran diferencia entre
conseguir que este patrimonio sea público o de titularidad privada,
por muy buena disposición que tenga. Ahora será de todos los
mallorquines.
"Dice que la colaboración con el Consell ha sido
buena.
"Sí. La visión del Consell de Mallorca y de su
presidenta ha sido muy inteligente. Cuando están en juego los
intereses generales, tienen que olvidarse las diferencias de
partidos o de instituciones, por encima de intereses personales. Es
una actitud inteligente, que impera con otras muchas
administraciones de España.
"¿Se puede interpretar en clave política como un
acercamiento del PP a UM?
"La clave política está en
que dos instituciones trabajan y colaboran para defender los
intereses de todos los ciudadanos de Mallorca.
"Pero las relaciones entre Jaume Matas y Maria Antònia
Munar sí que han mejorado con respecto a hace unos
años.
"Es posible, pero creo que siempre hemos tenido
unas relaciones cordiales. Es cierto que, en estos momentos, el
grado de colaboración y de entendimiento es mucho mayor, lo cual es
positivo, no para nosotros, sino para los ciudadanos.
"Para Jaume Matas, ha sido un año de luces y sombras,
especialmente con el 'caso Formentera', aunque el fiscal del
Supremo haya propuesto que no se acepte la
querella.
"El problema no es el caso Formentera
porque como las acusaciones son falsas, son difamatorias y son
calumniosas, se volverán en contra de quien las hace. El problema
es a qué obedece esta situación y la respuesta es clarísima:
obedece a una estrategia política. Quieren minar y difamar a Jaume
Matas y al PP como sea para vencer y eliminar al adversario. Eso es
sectarismo y maniqueísmo.
"Pero también está el 'caso Bitel', otra de las sombras
de este año.
"Es que es lo mismo. Lo que intentan es
atacar y judicializar la vida política y el último paso de esta
estrategia ha sido la querella en el Supremo, con el único fin de
conseguir resonancia mediática a nivel nacional. Con este caso
existe una voluntad clara de utilizar la Justicia para su propio
beneficio político. Hace unos días, en una interpelación de un
diputado socialista, expliqué que ni una sola de las comparecencias
que había pedido el PP en la comisión de investigación se había
aceptado y, claro, se tuvo que arrugar. Le pregunté qué hubiera
opinado él si el PP no hubiese aceptado ninguna comparecencia
pedida por la oposición en la comisión del 'caso Gescartera'. Quedó
en evidencia que la suya es una estrategia manipulada.
"¿Cree, entonces, que ambos casos acabarán siendo
archivados?
"No tengo ninguna duda porque hemos
actuado siempre correctamente y no hemos hecho nada que no se haga
en todas las comunidades autónomas de una forma legal y legítima:
tratar de convencer a los ciudadanos con tu gestión de que te
voten. Al final, estoy convencido de que la verdad se impondrá y
dejará a cada uno en su sitio.