Bajitos, cojos, entullidos, mancos, feos, maleducados y sin ningún tipo de complejos. Nueve personajes que bien podrían haber salido de diferentes épocas y de cualquier lugar decrépito y nauseabundo del mundo, se presentaron de una forma descarada y haciendo gala de su marginalidad en escena para reírse a la cara del público y las miserias del sistema y la actualidad en la que vive.
Nueve actores pertenecientes al último curso de clown organizado en la Escuela de Eric de Bont de Sant Josep de distintas nacionalidades finalizaron el taller de interpretación con una obra de bufones, una modalidad teatral poco conocida que agradó al medio centenar de personas que acudió el pasado viernes por la noche a la sala polivalente de es Cubells. Mitos sociales y políticos, el culto al cuerpo y a la belleza, la guerra de Afganistán o la 'conquista alemana'de Eivissa, fueron tan sólo algunos de los temas tocados y ridiculizados por los actores que prepararon un número de aproximadamente 55 minutos que prepararon en dos jornadas.
En lenguaje mordaz los bufones sacaron a relucir y despellejaron muchas de las miserias que nos afectan y consiguieron su objetivo: hacer reír al público de sus defectos al mismo tiempo que reflexiona sobre el trasfondo irónico y brutal de la verdad encubierta sacada a relucir por los bufones. Unos seres que poseen la cualidad de decir la cosas tal y como son, sin morderse la lengua, pero que por su condición de marginalidad no son tomados en serio. El pasado viernes en es Cubells los alumnos de Eric de Bont rescataron el espíritu del bufón y parodiaron a la gente con una puesta en escena acertada y una caracterización muy trabajada.