Los niños que desde que acabó la Navidad empezaron el taller de disfraces de Carnaval incluido en el programa del Ayuntamiento «Activitats per a tots» concluyeron ayer con un paseo por las calles de Eivissa, donde lucieron los resultados de casi un mes de clases dirigidas por la monitora Kika Juan. Trajes de color negro y azul que evocaron el que usa el héroe infantil del siglo XXI: Harry Potter.
Acompañados por sus madres y haciendo gala de una puntualidad británica, los más de 20 chavales del taller de disfraces acudieron al local municipal de Vía Púnica para ultimar los detalles de sus disfraces antes de salir a desfilar por la calle. La intención se cumplió escrupulosamente gracias a la inestimable asesoría de su monitora, Kika Ramon, quien ayudó a poner los detalles a los gorros y a las varitas mágicas. Trajes de mago de color negro y azul adornados con estrellas y con las letras que aludían a Harry Potter.
Los más pequeños lucieron una vestimenta azul, mientras que los mayores una negra con un complemento muy característico del personaje literario: las gafas de molde negro. El trayecto pasó por Vara de Rey, Vía Romana y la Plaza del Parque. Allí el grupo aprovechó para jugar un rato. Después de que los viandantes se deshicieran en halagos hacia los Harry Potter de nuevo cuño, éstos regresaron de manera disciplinada al local. Los participantes asistieron a clases los lunes y los viernes, en dos turnos que se estructuraron en función de sus edades. El disfraz lo elaboraron ellos salvo el corte de las telas, del que se encargó la monitora. El programa continuará en las próximas semanas con nuevas propuestas creativas.