«El 40 por ciento de los niños que van a colegios privados no lo hacen por razones religiosas, sino por prestigio o porque ofrecen condiciones de calidad», asegura el presidente de la Fundación Cives, Victorino Mayoral, que ofreció ayer una charla sobre la función de la escuela en la sociedad laica dentro del ciclo de «Escola entre Pares».
La Fundación Cives promueve los valores laicos en la educación, en la escuela pública y el apoyo a actividades relacionadas con la educación cívica. Cives y la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos han impulsado una Plataforma en Defensa de la Escuela Laica, que está preparando una campaña «para promover la libertad de elección auténtica en la escuela para que los padres no se vean coaccionados a hacer declaraciones ideológicas que son inconstitucionales o que los niños que no quieran religión se vean remitidos a los pasillos», explicó Mayoral.
La Fundación Cives defiende la escuela laica ya que el Estado también lo es. «Algunos dicen que aconfesional, como lo define la Constitución, no es igual que laico pero eso no es cierto. El Estado tiene que ser neutral en condiciones religiosas para respetar el pluralismo», añadió. De igual modo opina que la escuela ha de ser un espacio neutral donde «no haya privilegios o ventajas a unas convicciones o creencias sobre otras, porque su función es de integración y de aprendizaje del pluralismo y los valores democráticos, que son universales y compartidos con otros».
Mayoral señala que en el otro extremo se encuentra «una escuela vergonzantemente confesional, el caso de España algunas veces, que da un predominio a unas confesiones sobre otras». Cives defiende la libertad religiosa como cuestión íntima: «Queremos una sociedad laica de carácter pluralista y eso no tiene nada que ver con el ateísmo. Rechaza el hecho de que la religión sea una asignatura sino «es una catequesis». El hecho de que se considere así deriva de un acuerdo que se hizo con el Vaticano, simultáneo a la aprobación de la Constitución. «Gracias a ese acuerdo, se ha mantenido el estatus de la religión como asignatura que tuvo en el franquismo», apostilló.