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Cómplice de la buena escritura

Los programas correctores informáticos desbancan el uso del diccionario en la corrección de textos

Las empresas lo utilizan como control de calidad para sus comunicaciones escritas internas y externas. Foto: KIKE TABERNER.

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Las nuevas tecnologías llegan cada vez a mayores áreas. Una de ellas es la de la escritura y todo lo que ella conlleva: desde la ortografía al vocabulario, pasando por la gramática y morfosintaxis. Hace diez años DGC, Desarrollo Gramatical Computerizado, sacó al mercado su primera versión de WordCorrect, un corrector informático profesional que en la actualidad cuenta con más de cuatro versiones e incluye hasta cuatro idiomas: español, catalán, inglés y, recientemente, el valenciano.

«Es una importante herramienta de trabajo para empresas, colectivos educativos, organismos y particulares que ha tenido muy buena aceptación», explicó Valentín Sáinz, representante de NCS, la distribuidora de este producto informático en Balears. «Las empresas lo utilizan como control de calidad para sus comunicaciones escritas internas y externas aportando mayor calidad e imagen y reduciendo costes, ya que el tiempo que se tarda en corregir un texto es mucho menor», afirmó Sáinz. En estos momentos su empresa centra sus esfuerzos en darse a conocer en la comunidad educativa de las Pitiüses: «Es una buena herramienta de trabajo para los estudiantes, ya que exige al usuario cierto grado de atención, análisis e interactividad a la hora de corregir y mejorar un texto».

WordCorrect es un programa informático de fácil instalación que se maneja desde la barra de herramientas de cada pantalla, donde a través de diversas ventanas el usuario tiene varias opciones de trabajo: desde las distintas acepciones gramaticales y de vocabulario que le puedan interesar en un determinado momento, hasta un diccionario principal con los verbos totalmente conjugados además de adverbios, nombres y demás. El programa incluye diccionario de sinónimos y antónimos con acepciones de mayor a menor similitud con la voz consultada.

Barbarismos en el caso del catalán y el valenciano y un diccionario de usuario, que permite introducir palabras nuevas y personalizar la base de datos a la medida de cada usuario, son otras de las muchas prestaciones de este producto informático que en unos meses contará con la versión balear.

«Una de sus ventajas es que cada vez que registra un error le dice al usuario el porqué del mismo y le remite a las normas gramaticales y morfosintácticas y la aplicación de las mismas», revela Sáinz. El precio de este producto informático es de 60 euros, «un precio asequible si tenemos en cuenta sus grandes prestaciones», resumió el representante, que adelantó que en breve comercializarán su adaptación al correo electrónico para que circule rápidamente por la red.

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