32 de los 45 empleados de la cadena de supermercados Diskont, que cerró el verano del año pasado alegando falta de beneficios, presentaron ayer ante el Tribunal de Mediación y Arbitraje (Tamib) de Eivissa y Formentera sendas demandas por despido improcedente y extinción de contratos por impago. Los empleados sostienen que la empresa «se dejó morir» e inciden en que no les ha sido abonada la nómina de enero y febrero, a la que dicen tener derecho dadas las extrañas condiciones en las que se realizó el cierre.
El secretario general de la Federación de Comercio de la Pitiüses, Fernando Fernández, explicó ayer que tienen previsto realizar algún acto de protesta o movilización el día en el que se celebre la vista ante el Timaba; a la que esperan que acudan al menos los representantes legales de , empresa de Francisco Miró que gestionaba los centros de Eivissa y Formentera.
Con respecto a los nuevos rumores de compra, Fernández señaló que «sea quien sea el próximo propietario o encargado de los centros, los trabajadores de Diskont reivindicarán sus derechos laborales en esas empresas».