El Ib-Salut advierte de que el aumento de población ha provocado que la mayoría de los médicos de familia que trabajan en los dos centros de salud de Eivissa, Can Misses y Es Viver, tengan saturadas sus consultas, algunas de ellas en casos extremos. Los criterios de calidad asistencial delimitan entre 15.000 y 20.000 el total de pacientes que ha de atender un centro de salud, pero en el caso de Eivissa esta cifra esta muy superada, ya que los dos centros atienden a una población de 54.274. Es decir, más del doble de lo aconsejado. Este es uno de los argumentos de mayor peso esgrimidos por el Ib-Salut, igual que hicieron los responsables sanitarios de las Pitiüses del Insalud antes de las transferencias, para justificar la necesaria construcción de un tercer centro de salud que ahora está en el aire por la falta de suelo municipal que reúna los requisitos. El Ib-Salut considera imprescindible la colaboración urgente del Ayuntamiento de Eivissa. La Gerencia se muestra preocupada ante la situación en la que se encuentra la cesión del solar «por la falta de un compromiso claro por parte de otras instituciones».
El Ib-Salut advierte de que la carga de trabajo supone que en la mayoría de los casos las cuotas de médico-paciente sobrepasan las proporciones óptimas para garantizar el nivel de calidad deseable, aunque precisa que se mantiene «gracias a la profesionalidad y al sobreesfuerzo de los médicos de atención primaria que trabajan en los centros». La situación se agrava en el caso de siete profesionales que superan las ratios ya que hay cinco médicos de familia que atienden más de 2.300 pacientes y dos pediatras que asisten más de 1.500 niños. Ante estas cifras, el Ib-Salut asegura que la construcción del nuevo centro de salud que la dirección del Area de Salud quiere construir en el municipio de Eivissa «no es un capricho».
La población de hecho ha sufrido un incremento considerable en Eivissa, ya que ha pasado de 85.669 personas con tajeta sanitaria en 1997 a 101.968 en 2001. La tendencia al incremento se mantiene en los últimos tres meses ya que actualmente hay registradas 104.000 tarjetas. El Ib-Salut recuerda además que la inmigración también influye en este aumento ya que «este colectivo demanda un gran número de recursos asistenciales».