La mancomunidad que gestiona el matadero de Eivissa se gastó el año pasado 9.000 euros (1'5 millones de pesetas) para deshacerse de 5'5 toneladas de MER (Material Específico de Riesgo), lo que supone un coste de 1'6 euros (272 pesetas) por cada kilo de despojo de animal con riesgo sanitario.
La tasa que paga el carnicero por matar al animal (los únicos ingresos directos que tiene el matadero) está por debajo del coste que soporta la mancomunidad para tratar los MER. «La tasa del ganado lanar, por ejemplo, está en las 12 pesetas por kilo», apunta el secretario-interventor del matadero, Félix Dafauce. Eso sí, para matar a un animal viejo el matadero cobra un plus adicional de 6 euros. «Este ganado precisa de un estricto control del veterinario y genera más MER que el resto», justifica Félix Dafauce.
Como no hay ninguna incineradora en las Pitiüses, la mancomunidad debe enviar los despojos con riesgo sanitario a Castellón, donde son incinerados. El transporte del material y la tasa de la planta crematoria dispara los costes. Para empezar, el matadero congela en una cámara los MER. Cuando se almacena la cantidad suficiente para llenar un camión (6 meses como máximo) se traslada a la incineradora de Castellón, donde se eliminan.
La Conselleria de Medi Ambient subvenciona el transporte y el coste de la incineración, pero debido a la lentitud de los trámites burocráticos, la mancomunidad tiene que adelantar los pagos a costa de su presupuesto, según explica el presidente de la mancomunidad, Vicent Torres.