El mal tiempo reinante en las Pitiüses durante la Semana Santa ha supuesto una pérdida superior a las 1.500 reservas turísticas, circunstancia que, según el presidente de la Federación hotelera pitiusa, Joan Bufí, «ha afectado tanto a los hoteleros como a la oferta complementaria». Bufí aseguró ayer que el mes de abril no se espera «mucho mejor» que la Semana Santa en cuanto a ocupación turística. Los hoteleros confían en que durante este mes se reactiven las ventas para mayo y junio, de lo contrario, dice Bufí, la temporada «podría sufrir una bajada del 30 o 40% con respecto al año pasado».
Las ventas de última hora, según Joan Bufí, «tampoco son la esperanza para salvar esta temporada». El presidente de los hoteleros asegura que esta opción «perjudica» a la economía de las islas porque «van acompañadas de grandes ofertas».
En el cómputo total de las islas, los hoteles baleares registraron una ocupación del 65 por ciento esta Semana Santa, diez puntos por debajo de la registrada en el mismo período del año anterior a pesar de que el número de establecimientos abiertos fue inferior, según el secretario general de la Asociación Hotelera de Zonas Turísticas (Zontur), Ramón Estalella. Estalella atribuyó este descenso de ocupación a la reducción del 15 por ciento en el número de turistas alemanes que visitan las Islas y del 10 por ciento en el caso de turistas británicos.
Según datos de la Secretaría de Estado de Comercio y Turismo, Balears recibió un 14'7 por ciento menos de turistas extranjeros en los dos primeros meses de 2002. «Esperamos que el descenso de turistas de los principales mercados emisores se compense con el turismo nacional», señaló.