Este reconocimiento público es un primer acto de justicia por los muchos años que habéis trabajado al servicio de la sociedad». Con estas palabras iniciaba el conseller de Educació y Cultura del Govern balear, Damiá Pons, el discurso que precedió a la entrega de placas conmemorativas a once profesores de diferentes centros escolares de las Pitiüses, así como a una empleada de la limpieza del instituto Quartó de Portmany.
Es el segundo año en el que la Conselleria de Educació celebra este acto de homenaje a los docentes de Eivissa y Formentera. Tanto Damià Pons como el delegado territorial en las Pitiüses, Antoni Marí Marí, recalcaron el valor de esta iniciativa que pretende revalorizar el trabajo de estos profesionales en nuestra sociedad. El encuentro comenzó en el Club Naútico Ibiza donde, tras la entrega de una placas de plata con una inscripción que reconocía su labor, se ofreció a los agasajados una comida a la que también acudió la consellera de Cutura y Educació del Consell Insular, Fanny Tur.
Momentos antes de recibir este primer reconocimiento, Carmen Tur, profesora durante 39 años en el colegio Portal Nou, repasaba los principales cambios que ha sufrido el sistema educativo. «Ha cambiado al 100%. Antes disponíamos de muchos menos medios, pero ahora los alumnos salen menos preparados, sin cultura general», apunta esta profesora jubilada el pasado año. Respecto a la polémica reforma que prepara el actual gobierno del Partido Popular, Carmen Tur tiene su propia opinión. «Yo creo que no es para tanto. No pasa nada porque les pongan un examen. Además, hay demasiada gente matriculada que no estudia, y eso no puede ser», añade.
Daniel Sadornil, quien reconoce estar muy contento con su trabajo, cree que «antes se exigía más pero que ahora los alumnos se portan peor». Tras 32 años dedicados a la enseñanza, Daniel Sadornil no tiene ningún reparo en reconocer que a él siempre se le han dado mejor «los niños listos». Asegura orgulloso que, de entre sus alumnos, han salido profesionales de todas las carreras. Además recuerda una peculiaridad. «Yo también daba clases de teatro y da la casualidad de que siempre los que hacían teatro eran a la vez los mejores estudiantes», afirma.
Al acto de homenaje estos profesores jubilados acudieron acompañados por algunos de sus familiares. Todo ello contribuyó a que la sencilla ceremonia se convirtiese en un momento muy emotivo. Un homenaje que, como aclaró Antoni Marí, «no hay que confundir con el final de nada, porque aunque jubilados, muchos se mantienen muy activos ».