La concejalía de Gobernación del Ayuntamiento de Eivissa ha advertido por escrito a 51 taxistas, casi la mitad del número de licencias (109), de que si no respetan la normativa que regula el funcionamiento del servicio del taxi serán sancionados. Se trata de los titulares de licencias que siguen sin solventar alguna irregularidad administrativa, como por ejemplo propietarios que no trabajan el taxi, o bien aquellos que realizan malas prácticas.
Tanto el Ayuntamiento de Eivissa como la Asociación de Propietarios del Taxi están convencidos de que si se pone freno a este uso deficiente del taxi, se solventarán en gran parte los problemas que padece el sector durante los meses de verano, sin la necesidad de aumentar la flota. Por eso, han establecido una serie de medidas encaminadas a mejorar la calidad del servicio. «Los días punta las colas son inevitables, pero se producen sobre todo al mediodía a la hora de la comida. Si se respetaran los turnos, y no todo el mundo se fuera a comer a la misma hora, eso no sucedería», explicó el presidente de la Asociación de Propietarios del Taxi, Juan Marí a modo de ejemplo.
Esta es una de las muchas malas prácticas que realizan los conductores del taxi. Hay otros que eligen a sus clientes en función de su destino. «Todos preferimos hacer un viaje al aeropuerto que a Dalt Vila, por ejemplo, ya que es mucho más rentable, pero éstos olvidan de que el taxi es un servicio público. A veces estás trabajando y sientes vergüenza», subrayó Marí.
El Ayuntamiento ha elaborado con los taxistas un reglamento y un turno de guardias para cubrir los servicios del hospital de Can Misses y la Estación Marítima para evitar las múltiples deficiencias detectadas. El Ayuntamiento creará una brigada, con un oficial de Policía al frente, para velar por el estricto cumplimiento de las normas. «No se trata de perseguir a nadie, sino de demostrar que el Ayuntamiento se toma muy en serio el tema del taxi, que hay que arreglar», apuntó el teniente de alcalde, Pedro Campillo. El Fomento del Turismo y la patronal hotelera ve con buenos ojos la nueva normativa. Juan Marí apuntó que los taxistas no se oponen a que aumente el número de licencias, pero «si antes no se pone fin a las malas prácticas y las deficiencias del servicio, no servirá para nada».