La flota pesquera de las Pitiüses lleva cuatro días amarrada en el puerto a causa del temporal, lo que ha obligado a la mayoría de las pescaderías de la isla a echar el candado a sus negocios. Ayer sólo salieron a faenar los seis barcos de arrastre de la cofradía de Eivissa, pero todos regresaron antes de tiempo a causa del mal estado de la mar.
Las embarcaciones de Sant Antoni cumplieron ayer su cuarto día de encierro, al igual que las barcas de Formentera. El paro en la actividad pesquera ha desabastecido el mercado insular. Por su parte, la suspensión de las comunicaciones con la península ha agravado aún más el problema ya que los comerciantes tampoco han podido disponer del pescado que llega de la península y otros países. El miércoles y ayer sólo levantaron la persiana cuatro de las 16 pescaderías del Mercat Nou, que sólo podían ofrecer a sus clientes el escaso género proveniente de la península.
Las cofradías de pescadores de Eivissa y Formentera afirman que este contratiempo, del todo inesperado a estas alturas del año, supone una importante pérdida para el sector. «No lo podemos cuantificar exactamente porque depende de muchos factores, pero es un golpe importante», apuntan desde las dos asociaciones de pescadores.
Los consumidores que acudan estos días a la pescadería van a tener que pagar algo más para conseguir pescado de fuera de la isla. Los comerciantes avisan de que el precio del pescado proveniente del levante de la penísnula va a subir considerablemente los próximos días, debido a que la falta de género ha disparado su valor en las subastas. Esta subida no afecta al pescado de la isla, que se mantiene invariable todo el año.