El Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB) publicó ayer la aprobación «definitiva» del presupuesto del Consell para 2002, con lo que queda zanjado el episodio de la cuestión de confianza que la presidenta Pilar Costa presentó el pasado 12 de abril. La sorpresa es que, según se especifica en el boletín de ayer, sólo se deja abierta la vía de los tribunales para presentar reclamaciones: «Contra la aprobación definitiva del presupuesto general -se indica- podrá interponerse directamente recurso contencioso-administrativo».
El vicepresidente segundo del Consell, Santiago Ferrer, señaló que se ha seguido un «procedimiento administrativo reglado», basado en informes jurídicos y de los técnicos del Consell, para aprobar de esa manera los presupuestos. También arremetió contra Els Verds y el PP por «no dudar en hacer daño con tal de lograr su propósito; querían dejar inoperativo el Consell, aun a costa del perjuicio que causaban a los ciudadanos».
El conseller popular Pere Palau insistió en que el procedimiento que se ha seguido no es el correcto. Según se especifica en un informe jurídico encargado por el PP, ahora se debería abrir un periodo de exposición pública de 15 días hábiles en el que cualquier ciudadano podría presentar reclamaciones (sólo se aceptarían las de carácter técnico). En caso de ser presentadas, se deberían debatir en un pleno que se tendría que celebrar en el plazo de un mes.
Palau subrayó que no es intención de los populares poner trabas a esa aprobación. Su opinión personal -la decisión final depende de lo que elija su partido- es que el PP no planteará un recurso contra las cuentas: «El problema es que ahora cualquier ciudadano podrá presentar una iniciativa de esas características». En el dictamen que manejan los populares se explica que los presupuestos quedan «provisional o inicialmente» aprobados desde el momento en que aparecen en el BOIB, «debiéndose continuar la tramitación por los cauces normales». En lugar de esa opción, el Consell insta a acudir a los tribunales a quienes deseen presentar reclamaciones.