Los representantes de las seis comunidades socialistas "Andalucía, Aragón, Asturias, Balears, Castilla-La Mancha y Extremadura" y los del País Vasco abandonaron ayer la reunión de la Conferencia Sectorial de Asuntos Laborales del Ministerio de Trabajo, una vez que habían certificado «la sordera total» del Gobierno central ante la petición de retirar la reforma de las prestaciones por desocupación y la Ley Básica de Ocupación, y abrir un calendario de trabajo, con una mayor participación de las autonomías, explicó ayer el conseller de Treball i Formació, Eberhard Grosske y añadió que «lo que hemos podido comprobar es que el proyecto de reforma no gusta a nadie, ni a los responsables de las comunidades autónomas de izquierdas ni a las que están gobernadas por el PP».
Previamente el conseller Grosske, había liderado en Madrid, una reunión previa a la celebración de la Conferencia Sectorial convocada por el Ministerio de Trabajo, en la que se decidió dar una «última oportunidad al Gobierno para reabrir el diálogo real» en referencia al proyecto de reforma de la prestación por desocupación. Tras la reunión previa a la sectorial, en la que participaron los representantes de Andalucía, Asturias, Aragón, Balears, Castilla-La Mancha, Extremadura y el País Vasco, estos expresaron su temor a que el Gobierno «convierta la sectorial en una bendición formalista de su reforma, sin más», apuntaron los políticos.
Así lo explicó el conseller de Treball, Eberhard Grosske, que fue el convocante de la reunión a la que también estaban invitados los representantes de los gobiernos de Catalunya y Canarias, quienes finalmente optaron por no asistir a la reunión. «Nuestra intención era pedir al Gobierno que reconsidere su postura y mantenga un actitud abierta al diálogo. Pero ante la negativa del Gobierno a plantearse la retirada del proyecto de reforma de las prestaciones por desempleo hemos decidido abandonar la reunión», apostilló ayer Grosske, tras abandonar la Conferencia Sectorial de Asuntos Laborales.
Por su parte, el viceconsejero de Empleo del País Vasco, Iñaki Zabala, justificó su retirada por la falta de una respuesta concreta del Gobierno que, a su juicio, ha planteado una reforma que «supone un ataque frontal a las competencias de las comunidades autónomas» y lo ha hecho «desde una perspectiva unilateral y con prepotencia». Los otros dos consejeros de comunidades gobernadas por partidos nacionalistas "Catalunya y Canarias", no se sumaron al abandono de la reunión aunque se mostraron críticos hacia la reforma.
Por otra parte el consejero catalán de Trabajo, Lluis Franco, señaló que los documentos del Gobierno en su actual estado de redacción «no son aceptables» pero mostró su esperanza en la «predisposición al diálogo» mostrada por el Ejecutivo, al que le expuso una serie de propuestas en especial en materia de autónomos y acceso de las mujeres al mercado de trabajo y el consejero canario, Marcial Morales, apostó por que se apure al máximo el diálogo en todo los ámbitos sobre los contenidos de la reforma.