Más de la mitad de los usuarios del Centro de Acogida Municipal de Eivissa son de origen extranjero. En 2001 representó al 55'08% de los usuarios, un 3'67% más que el año anterior. Según figura en la memoria, este incremento es sólo un reflejo del fenómeno migratorio que se está produciendo en todo el Estado y que incide en las Pitiüses por su oferta laboral en la hostelería y por el fuerte crecimiento del sector de la construcción. Sin embargo, hay un descenso de usuarios, el 11, 15%, procedente de Balears debido a la bonanza económica y la oferta laboral.
El perfil del usuario corresponde a un hombre de entre 31 y 40 años, soltero, originario de Àfrica, Europa, Sudamérica, Andalucía y Comunidad Valenciana. Se ha financiado el viaje con dinero propio y ha transcurrido menos de una semana desde que llega a la isla hasta que acude al centro de acogida. El 72'55% de los usuarios es la primera vez que utilizan este servicio. Sin embargo, luego hay un 12% que ha estado tres veces o más. El tiempo de estancia ha sido de entre 2 y 7 días, un 54'46% con un incremento del 10% respecto a 2000. En cuanto al domicilio habitual, 277 de los 470 tienen su residencia fuera de la isla (58'93%). El 18 por ciento no tienen hogar. Otro de los datos significativos, según se refleja en la memoria es el aumento de personas acogidas que aseguran que su vivienda es una pensión o una habitación de alquiler, que representa el 21'06%.
Las demandas más habituales que los usuarios realizan cuando llegan son las siguientes: alojamiento, ducha, lavadora e información laboral y sobre recursos. En cuanto a la problemática detectada, el 60'31% es por inmigración de tipo económico, seguido de falta de vivienda, desempleo sin subsidio o larga duración, trabajo en precario y problemas familiares. Con menos frecuencia se produce, además, un aumento en la atención a personas sin papeles.
Después de permanecer entre no menos de dos días y un máximo de 15, el usuario deja el centro por varias razones: acaba su tiempo de estancia, encuentra trabajo y dispone de recursos propios, voluntad propia o dejar de acudir.