El conseller insular de Turisme, Josep Marí Ribas, realizó ayer una valoración neutral de la cifra del 3'8 por ciento de descenso de la ocupación hotelera en la primera quincena de mayo con respecto a 2001 que presentó anteayer la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera, en la que constituye la primera encuesta sobre este tema al margen del Consell. «Las estimaciones realizadas por el Consell daban un resultado parecido», señaló Marí Ribas, que añadió que «coinciden también los datos que de, por zonas, las más castigadas han sido Formentera y Sant Antoni ».
Para el conseller «todo el mundo es libre de hacer las encuestas que quieran» pero matizó que, en cualquier caso, «las cifras que presenta el Consell también se realizan consultando con los establecimientos hoteleros, al igual que los de la Federación Hotelera». Las cifras de caída en sí mismas «no son buenas» aunque «no son tan malas como preveía el sector turístico a principios de temporada, con caídas estimadas del 30 y del 40 por ciento». Huyendo de toda polémica, el conseller abogó por «trabajar en común» para intentar promocionar las estancias. Las crisis de países que son mercados emisores y la competitividad de otros destinos son, para el conseller, las razones de la caída.
Con respecto al cobro de la ecotasa, Marí Ribas destacó que los propios hoteleros «dan por hecho que se está cobrando» y que lo que se deduce «es que hay una cierta normalidad». Marí Ribas se alegra de que este tema haya dejado de generar conflictividad, sobre todo con los clientes que cree que «la van aceptando con más normalidad de lo que pronosticaban los hoteleros hace unos meses».
La Federación Hotelera comentó durante la presentación de los datos de su encuesta que la normalidad se debía al esfuerzo realizado por los empresarios que están compensando con consumiciones y otros «regalos» a los turistas que pagan el impuesto. A este respecto el conseller señaló que los turistas han aceptado la ecotasa en sí misma.