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El alcalde de Eivissa descarta revocar el poder de firma del edil de Urbanismo

Tarrés dice que la concejal de Cultura votó con «responsabilidad» en la Comisión de Patrimonio

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EUGENIO RODRIGUEZ
«Si alguien demuestra que ha hecho una animalada, lo haré». Así de tajante se muestra el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, que por el momento descarta revocar el poder de concesión de licencias de obras que tiene el concejal de Urbanismo, Joan Bonet, tal y como reclaman sus socios de gobierno de El Verds.

Los ecologistas exigen al alcalde que los permisos de obra se aprueben en la Comisión de Gobierno, donde participan todos los miembros del Pacte incluida la edil de Ciutat Sostenible, Marta Roldán (Els Verds).

Curiosamente, el Ayuntamiento de Eivissa se ampara en un decreto ley de José María Aznar (PP) para que el alcalde o el edil de Urbanismo, ambos del PSOE, den luz verde a la concesión de licencias de obra sin pasar por Comisión de Gobierno. «Así, el PSOE [el Pacte está formado por PSOE, IU, ERC, ENE y Els Verds] tiene en sus manos todo el poder en materia de Urbanismo», advierte el conseller de Els Verds, Joan Buades. «Nosotros hablamos y todo lo que firman los concejales están justificados con informes de los técnicos de la casa», explica Tarrés, que hace especial hincapié en que «el Ayuntamiento tiene aprobada una moratoria que impide conceder nuevas licencias de obra».

El primer edil también apunta que la concejal de Ciutat Sostenible, Marta Roldán, también tiene su propia capacidad de decisión. « Si no fuera así, todo el día estaría firmando. Tengo mucha responsabilidad repartida», señala.

Por su parte, el alcalde de Eivissa también respalda a la concejal de Cultura, Lurdes Costa (PSOE), que votó en la Comisión Insular de Patrimonio a favor de reducir el área de protección del molino d'en Toni Joan, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que impedía la macroconstrucción de 39 apartamentos de lujo en es Puig d'en Molins, en primera línea de mar. «La concejal fue responsable. Ella es profesora y no técnica. Ella no quiso votar en contra de lo que dicen los informes de los técnicos», justifica pese a que en la Comisión se pusieron sobre la mesa dos informes que avalaban la máxima protección del molino (25 metros).

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