Grupos de turistas esperaban colocados en cola ayer en la parada de Bartolomé Rosselló. A 4 de junio y a sólo un mes del pistoletazo de salida de la temporada alta comienza el problema. Así lo denunciaron ayer portavoces del colectivo de trabajadores asalariados del taxi de Eivissa que exigieron, una vez más, que aumenten las licencias para vehículos con conductor en la ciudad.
Los asalariados aseguran que no bastarán «ni de lejos» las medidas que está impulsando el Ayuntamiento de Eivissa como el taxímetro o el sistema de turnos (por el que siempre deben estar de guardia uno de los tres grupos en los que se divide la flota de taxis de la ciudad). Estas acciones responden a un intento de mejorar el servicio con la flota actual . Los portavoces de los asalariados, que no niegan que estas iniciativas sean positivas para la gestión de los taxis, están convencidos de que no solucionarán el problema clave «que es la escasez de coches para cubrir la demanda que se produce en verano».
Hay «que hacer presión para que el Ayuntamiento de Eivissa se de cuenta de que así no va a solucionar nada; de que las cosas van a seguir como siempre; y que las quejas y la mala imagen al turista va a continuar», aseveran. Los profesionales quieren que el ayuntamiento «se abra a dialogar» y que contemple la solución de ampliar el cupo de licencias «ante la evidencia de que es la única solución».
El colectivo considera que «es evidente» que la patronal está presionando en el ayuntamiento «para que no se aumenten las licencias de taxis». Sin embargo, recuerdan que el Govern ha aprobado una modificación de cupos que supone que permite aumentar el número de coches en la calle, permisos a los que los asalariados quieren tener la opción de concursar.