Pantallas de ordenador, aparatos de aire acondicionado, máquinas de escribir, puertas, ventanas y hasta cables de cobre. Todo el material se está apilando y clasificando para poder retirarlo del edificio de Arts i Oficis, desalojado desde hace varios meses. Desde el lunes, los trabajadores de «Excavaciones y Derribos sa Carroca» están realizando un minucioso trabajo de separación de materiales inservibles del edificio de Arts i Oficis para su reciclaje. Todo material susceptible de ser reciclado o contaminante, como el amianto de la uralita, es retirado antes de proceder a la demolición del edificio en un par de semanas, según las previsiones del responsable de la empresa, Antonio Ruiz.
El trabajo más costoso se encuentra en la tercera planta del inmueble, área que se reformó hace unos años «Tenemos que desmantelar a mano el techo de uralita con cerchas», explicó Ruiz. Además de los trabajos que está realizando «Excavaciones y Derribos Sa Carroca», otras empresas se encargarán de recoger el material previamente seleccionado. Herbusa colocará un contenedor donde los trabajadores podrán depositar todos los residuos de madera. Otra empresa se encargará de retirar los aparatos de aire acondicionado.
Antes de proceder a la demolición del edificio se ha de hacer una selección en una planta destinada a ese fin, pero en el caso de Eivissa es imposible ya que todavía no se dispone de ella. «Se ha de hacer en el propio edificio», explicó ayer el delegado insular d'Educació, Antoni Marí, acerca de esta singular medida realizada por los trabajadores.
La normativa de residuos es muy estricta en este sentido y no se puede hacer una demolición sin hacer una selección del material de los escombros. La intención de la Conselleria es construir un nuevo edificio en el solar ya que era imposible la recuperación del desmantelado debido a su estado. Este inmueble será la sede del Conservatorio.