En plena cala de Sant Vicent con una vida que barca varios siglos se encuentra uno de los pedazos de historia más antiguos e interesantes del litoral pitiuso. Cuando hace más de 50 años en la cala de Sant Vicent no había más que un par de edificios y las comunicaciones eran exclusivamente por mar, el local donde hoy día está el restaurante Playa San Vicente, ya existía.
Por aquel entonces ya era una taberna en la que se reunían las gentes del pueblo de Sant Vicent y a donde llegaban los pescadores y proveedores para dejar sus cargas. Era pues el lugar de intercambio, tanto de negocios como social de esta parte de la isla.
Luego, hace unos 50 años, se abrió la carretera y, con ella, todo cambió. Con ella llegó a la cala el negocio del turismo. Durante todo ese tiempo ha sido la misma familia la que ha regentado el local y hace poco se realizó la reforma que lo ha convertido en un moderno restaurante. Su especialidad los pescados frescos, las carnes y los arroces. Todos ellos elaborados a la manera tradicional. Conserva aún las antiguas tradiciones a la hora de celebrar bodas y bautizos, todo ello desde una terraza desde la que se puede ver Tagomago con claridad.
La gestión del establecimiento sigue siendo familiar, puesto que el propietario del local, Juan Torres Marí, de 97 años de edad, se mantiene al frente del mismo siempre que puede, aunque delega sus funciones en sus familiares, como Iván su nieto.