La dirección insular de la Administración General del Estado y los ayuntamientos de las Pitiüses se han propuesto este verano poner coto al uso ilegal de las atracciones náuticas, especialmente de las motos acuáticas. El Gobierno aprobó un decreto en marzo para regularizar con una normativa más restrictiva el uso de estas motos, que el verano anterior causó accidentes mortales en la costa española.
La directora insular de la Administración del Estado, Marienna Sánchez Jáuregui se reunió ayer en su despacho con los representantes de los ayuntamientos de las islas y el director de Capitanía Marítima, Jesús Varela, para coordinar el control del cumplimiento de la nueva normativa. A partir de ahora, es obligatorio poseer un título para manejar una de estas motos. «Se han creado tres títulos nuevos según la cilindrada», apuntó Varela. La persona que alquila una moto náutica debe exigir al cliente este permiso. «Si éste no dispone de él, sólo podrá conducir a través de una escuela por un circuito cerrado», añadió.
Por su parte, Marienna Sánchez Jáuregui señaló que las fuerzas de seguridad del estado (Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía) y la Policía Local controlarán el cumplimiento de la normativa y, en el caso, de que detecten alguna ilegalidad «ordenarán la paralización de la moto». Capitanía Marítima posteriormente se encargará de tramitar las sanciones. Sánchez Jáuregui subrayó que este verano va a aumentar la presencia policial en las playas para controlar el buen uso de estas concesiones náuticas. «Van a incrementarse las plantillas destinadas a ello», subrayó la directora insular.
Eso sí, por el momento, según apuntó Sánchez Jáuregui, «aún no se ha tramitado ninguna denuncia» por el incumplimiento de la normativa que regula el uso de estos «artefactos flotantes».