Como viene siendo habitual desde hace ya 24 años, la magia de Brasil llega a Eivissa todos los veranos de la mano de Brasilio de Oliveira, un brujo de la noche ibicenca. El pasacalles, el confeti, la samba, los mulatos y mulatas que desfilaron por el Puerto de Eivissa con sus trajes de plumas de múltiples colores y biquinis con pedrerías dorados y plateados se encargan de traer el ambiente carioca a nuestra isla.
En una noche de viernes tormentosa y pasada por agua los brasileiros trajeron a Eivissa el calor, el desparpajo, despelote y la algarabía que caracteriza a su país de origen. Tras mostrar sus bailes, trajes, carroza, y cuerposcontorneándose al ritmo de los tambores y hacer una impresionante demostración de capoeira, arte marcial típico brasileño, se trasladaron a la discoteca Amnesia para continuar la fiesta hasta altas horas de la madrugada. La bandera carioca y el confeti presidieron esta fiesta en la que los colores verde y amarillo, que colgaban en largas tiras del techo de la discoteca, fueron el decorado más adecuado para tal celebración en la que el sabor de Brasil estaba muy presente.
Los mulatos se convirtieron en los verdaderos reyes de la fiesta. Con atuendos típicos del verdadero carnaval de Río de Janeiro los bailarines movían sus cuerpos, con pasos imposibles de seguir por el resto de asistentes, al ritmo de la música que pinchaban los dj's residentes en Amnesia. Comparsas y mucho colorido también se podían ver en grandes pantallas que se colocaron en el interior de la sala, en las cuales se proyectaban imágenes de los auténticos carnavales brasileños.
Amnesia se convirtió en la capital de la samba cuando la comparsa que antes había desfilado por el puerto de Eivissa, formada por unas 100 personas venidas la mayoría de Brasil, otros brasileños residentes en Eivissa y asiduos a la discoteca aficionados a la cultura carioca, ofreció un rimbombante espectáculo evocando el original estilo brasileiro. Los podiums se llenaron de gogós debidamente ataviados, en su mayoría mulatos con minúsculos biquinis, que movían sus esculturales cuerpos al ritmo de la música del recién incorporado a las cabinas de mezcla, Alsides Pereira, dj brasileño invitado especial a esta fiesta.
«Sentir y hacer sentir mi tierra más cerca. Y unir dos cumbres mundiales de la cultura musical en la actualidad como son Brasil y Eivissa», es lo que pretende Brasilio de Oliveira al organizar esta ya famosa fiesta en la noche ibicenca. Después de más de un mes de duro trabajo organizando el evento, ensayando los bailes y cosiendo y preparando los extravagantes trajes. El brasileiro confesó entusiasmado en el transcurso del espectáculo que «ésta es la mejor música que existe. Fusionar la música brasileña con la de las discotecas da como resultado una mezcla explosiva». Y así es como se sentían los allí presentes, extasiados por el color, el ritmo y el ambiente envolvente que se creó en la discoteca.