El presidente de la Federación de Padres de Alumnos (FAPA) de Eivissa, Antoni Pomar, aplaudió ayer el decreto sobre tatuajes y piercings que prepara la Conselleria de Sanitat y que incluye una cláusula en la que obliga a los menores de edad de Balears que quieran hacerse un piercing o un tatuaje a contar con el consentimiento de sus progenitores o tutores.
Pomar, que no se mostró tajantemente en contra de este tipo de prácticas por parte de menores, sí valoró de forma positiva que los padres puedan determinar dónde y cómo deben realizar estas intervenciones. «Lo que más nos preocupa son las condiciones higiénicas en las que se realizan», señaló Pomar, que reconoció que estas prácticas inquietan a los padres. El hecho de que se hayan puesto de moda hace pensar al colectivo de padres que puedan realizarse de manera rápida y sin la higiene y vigilancia que precisan por estar en contacto con la piel y la sangre.
El decreto no sólo pone en manos de los padres la responsabilidad de estas intervenciones sino que deja claro que, sin el consentimiento de los padres, los titulares de los locales donde se realizan piercings, tatuajes y micropigmentaciones no podrán realizarlos a los menores que lo soliciten. El objetivo final del decreto pretende regular las condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos dedicados a esta actividad y sumarse de este modo a otras, como Aragón, Navarra, Valencia, Murcia y Catalunya, que ya disponen de una normativa sobre esta creciente práctica cada vez más generalizada.
El decreto regula también que todos aquellos utensilios que se utilicen y que atraviesen la piel o la penetren deberán ser de un sólo uso y que los adornos a colocar deberán ser de titanio, acero inoxidable u oro. Igualmente, las personas que realicen esta práctica deberán haber realizado un curso de formación homologado por Sanidad y deberán acreditar que están vacunados contra la hepatitis B y el tétanos. Los responsables del Govern han señalado que, con estas medidas, esperan minimizar al máximo la posibilidad de contagio de enfermedades de transmisión tan peligrosas como el VIH o la hepatitis de tipo C y B.