Tanto en el mes de junio como en el de julio se han registrado unos aumentos poco significativos de la demanda eléctrica, según los datos facilitados por la empresa Gesa. En junio el incremento fue de sólo el 1'56 por ciento, mientras que en julio fue del 3'51 por ciento. Las causas más probables de esa ralentización del consumo son las moderadas temperaturas habidas durante las primeras cinco semanas del estío, así como el descenso del número de turistas en relación al año pasado. De hecho, este julio ha sido el más frío del último lustro (y por tanto se ha utilizado menos el aire acondicionado), con una media de 25 grados, según los datos facilitados por el Centro de Meteorología de Balears. Asimismo, el descenso de turistas en la primera quincena de ese mes fue del 7'2 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2001.
Los incrementos más elevados contabilizados en lo que va de año tuvieron lugar en enero (12'2 por ciento) y marzo (15'2 por ciento), provocados por el fuerte descenso de las temperaturas y el consiguiente gasto en calefacción. En estos primeros siete meses, la central de Gesa ha producido 321.407 MWh, un 6'52 por ciento más que en el mismo periodo de 2001. Ese porcentaje ascendía el pasado mes de junio al 7'95 por ciento, de manera que en sólo un mes el consumo acumulado ha descendido un 1'43 por ciento.
Las previsiones de Gesa a principios de este ejercicio apuntaban a un crecimiento del consumo eléctrico del 8'7 por ciento, superior al experimentado otros años, si bien la meteorología y la crisis económica no están ayudando a alcanzar esa cifra. El crecimiento experimentado en Mallorca y Menorca (Gesa contempla ambas islas como un único sistema, con las Pitiüses aparte) es inferior, del 4'73 por ciento en los siete primeros meses (casi un dos por ciento menos que en Eivissa y Formentera). El incremento de la demanda durante el mes de julio también fue poco significativo, ya que en esas islas sólo creció un 0'37 por ciento, con un consumo de energía de 483.170 MWh.