La duquesa de Alba, que se encuentra descansando en Saufabaguera, su casa situada en la zona de Punta Galera en Sant Antoni, acudió ayer al aeropuerto de Eivissa para recoger a una amiga. La duquesa, que cada verano acude a la isla para descansar, lucía un vestido estampado y explicó que hacía muchos días que estaba en la isla. «No sé hasta cuando me quedaré pero estoy muy feliz de estar aquí», explicó.
Fuera del aeropuerto estaba esperándolas un chófer que ayudó tanto a la duquesa como a su acompañante a acomodarse en el vehículo, un Nissan plateado en el que se desplazaron al domicilio de la duquesa situado en uno de los parajes más bellos de la costa de Sant Antoni. Además de Cayetana de Alba, Saufabaguera ha servido de estancia vacacional a la única hija de la duquesa, Eugenia Martínez de Irujo, que el pasado mes de julio pasó varios días en la isla con su hija, la pequeña Cayetana, y un grupo de amigas con las que salió a navegar en diversas ocasiones por aguas del litoral pitiuso. Precisamente en la última semana se han disparado los rumores de reconciliación entre Eugenia y el diestro Francisco Rivera, separados desde hace unos meses.
La duquesa de Alba, a la que en los últimos meses se la ha visto muy volcada con los mellizos de Cayetano y Genoveva Casanova, parece haber entablado amistad con la madre de sus nuevos nietos. Pese a no estar casada con Cayetano, Genoveva ha sabido ganarse el respeto de la duquesa de Alba y de sus hijos, quienes la consideran una más de la familia. La joven mexicana de 25 años, ha logrado iluminar el rostro de la duquesa con la llegada al mundo de los pequeños Luis y Amina, los hijos que ha tenido con Cayetano Martínez de Irujo, quien al igual que el resto de sus hermanos, es un enamorado de la isla, a pesar de que hace más de una temporada que no visita Saufabaguera.