«Si en Sant Antoni ya están teniendo problemas para escolarizar, con más colegios que en Santa Eulària, observe lo que sucede aquí». La reflexión corresponde a la directora del colegio de Santa Eulària, Pilar Riera, responsable de uno de los centros más masificados de la isla. El colegio, que en la actualidad cuenta con 600 alumnos, fue en sus inicios un centro anexo del de Sant Ciriac. A partir del año 1986 se desvinculó de este centro educativo para formar un colegio independiente. Tenía entonces ocho aulas y ahora, 16 años después, se han multiplicado por tres. Hay siete aulas de infantil, sin contar con la del edificio parroquial, y 17 de educación primaria. Además de los grupos en el recinto escolar, Santa Eulària contará este curso con una aula externa habilitada en el edificio parroquial.
Las clases de este grupo de niños no empezarán hasta que se nombren a los maestros. Presumiblemente, no será hasta la semana que viene. El motivo del aula externa es la falta de espacio en el centro. «Es un colegio que te falta espacio. Todo son clases y no se pueden hacer desdoblamientos», subraya la directora del centro. La masificación es uno de los problemas de los que se habla este inicio del curso escolar 2002-2003. Riera, sin embargo, precisó que «las ratios siempre han estado elevadas». A partir del segundo curso de primaria, el número de alumnos por aula supera los 25 niños. En algunos casos se llega hasta 29 alumnos. La Logse recomienda un máximo de 25 alumnos por aula, pero con la obligación de escolarizar se aumentan las ratios.
La falta de espacio es uno de los problemas que arrastra desde hace varios años este centro. La Conselleria d'Educació del Govern y el Ayuntamiento de Santa Eulària se acusan mutuamente de ser responsables de esta situación. «Es una falta de planificación, porque desde antes de 1986 se está pidiendo un colegio por parte de las asociaciones de padres y la dirección del centro», recuerda Riera. El colegio desde que empezó a funcionar «siempre tuvo aulas habilitadas en algún sitio. Era ya pequeño», añadió. La Conselleria d'Educació del Govern contempla hacer un tercer colegio de dos líneas en el núcleo urbano del Ayuntamiento, que cambió el solar escogido para esta nueva infraestructura educativa porque el segundo reunía mejores condiciones que el primero.
«El colegio está previsto hacerlo, pero no te aseguran que esté hecho el tercer centro el curso que viene», dice la directora. Los responsables del colegio se han dirigido a Educació pidiéndole que se arregle esta situación. Además, los directores de los tres colegios, Santa Eulària, Sant Ciriac y Sant Carles, se reunieron el año pasado con el alcalde, Vicent Guasch, para exponerle la necesidad de que cediera unos terrenos lo antes posible, ya que el problema afectaba a todos los colegios del municipio. El problema no ya es sólo la masificación, sino el desnivel de unos alumnos y otros lo que dificulta la atención individualizada de los niños. «No tenemos espacio para nada. Todo son clases», lamenta la directora.